La huelga de trabajadores portuarios en la costa este y del golfo de EE. UU., que comenzó el 1 de octubre de 2024, se ha resuelto temporalmente tras tres días de interrupciones, pero el riesgo de nuevas huelgas persiste.
La huelga, liderada por 45,000 miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), ha afectado a 36 de los principales puertos de EE. UU., incluidos Nueva York, Savannah y Houston, dejando 50 buques portacontenedores anclados en alta mar.
El acuerdo tentativo entre la ILA y la Alianza Marítima de los Estados Unidos (USMX) otorga un aumento salarial del 62% en seis años y extiende el contrato actual hasta el 15 de enero de 2025, lo que permite más tiempo para negociar temas pendientes como la automatización portuaria. Sin embargo, persisten las preocupaciones de que, si no se llega a un acuerdo final antes de enero, las cadenas de suministro globales podrían enfrentarse a una grave interrupción en un período crítico.
La huelga inicial ha dejado un retraso significativo, con congestión en los puertos clave que se espera tarde semanas en despejarse. Las tarifas de envío ya están aumentando, especialmente en las rutas Asia-EE. UU., y los transportistas deben prepararse para demoras más largas y costos en aumento, agravados por la congestión posterior a la huelga y la ajetreada temporada navideña.
Impacto inmediato de la huelga
La huelga de tres días ha causado grandes interrupciones, con más de 50 embarcaciones varadas en alta mar, lo que llevó a pérdidas de capacidad superiores a los 400,000 TEU, alrededor del 1,4% de la flota global de contenedores. Puertos como Nueva York y Savannah se han visto gravemente afectados, y las tarifas de envío en las rutas entre Asia y la costa este de EE. UU. se han disparado. Si bien parte de la carga ha sido desviada a puertos alternativos en Canadá y México, estas medidas proporcionan un alivio limitado debido a la congestión en dichas instalaciones.
Muchos transportistas han declarado fuerza mayor, lo que les permite alterar o suspender sus obligaciones debido a eventos incontrolables. Para los remitentes, esto resulta en mercancías redirigidas, costos adicionales por su recuperación y posibles tarifas de almacenamiento en puertos inesperados. La declaración de fuerza mayor destaca la necesidad crucial de contar con un seguro marítimo integral para protegerse contra los costos imprevistos derivados de demoras, desvíos y abandono de carga.
Perspectivas para enero de 2025
Si la ILA y la USMX no llegan a un acuerdo final para enero, la reanudación de la huelga podría interrumpir nuevamente las cadenas de suministro globales. Con casi 50 embarcaciones afectadas en la huelga inicial, ese número podría escalar, potencialmente inmovilizando 2.22 millones de TEU de capacidad de carga si no se encuentra una solución para fin de mes. Se espera que las tarifas de flete aumenten drásticamente, con aumentos de hasta $2,500 por FEU en la primera semana para las rutas entre Asia y la costa este de EE. UU., y $1,400 por TEU para cada semana adicional. Estas demoras podrían generar escasez en industrias como la venta minorista, automotriz y manufacturera, con los transportistas recurriendo a rutas alternativas o al transporte aéreo, lo que incrementará aún más la presión sobre la capacidad.
Nos mantenemos comprometidos a mantener informados a nuestros clientes y gestionar proactivamente la logística para navegar estos desafíos, asegurando la continuidad en sus cadenas de suministro.