Las temperaturas más cálidas a causa del cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y graves, así como la menor disponibilidad de recursos naturales, aumentarán la presión sobre las empresas de transporte para que se adapten a los cambios en la normativa y a las preocupaciones de los clientes, junto con las amenazas a los activos y las infraestructuras.
Las fuentes de esta presión son variables; desde las que sufren las amenazas inmediatas del cambio climático hasta las que impulsan una gestión proactiva de los activos y los componentes clave de las cadenas de suministro globales. Dentro de estas cadenas de suministro, el sector del transporte desempeña un papel fundamental a la hora de facilitar y orientar las estrategias de adaptación al cambio climático en todo el mundo. Tanto en términos de activos (cargueros oceánicos y los vagones de ferrocarril) como de ubicaciones (aeropuertos y los puertos marítimos), el sector del transporte es muy vulnerable a los impactos físicos del cambio climático en toda su cadena de suministro. Entre sus principales vulnerabilidades se encuentran la subida del nivel del mar, los cambios de temperatura y los fenómenos meteorológicos extremos, todo lo cual puede afectar a los destinos y las operaciones, y todo ello supone un reto diferente para cada tipo de transporte.
- Carretera. La nieve, la niebla, los fuertes vientos, etc., pueden afectar al estado de la carretera y dificultar la conducción. Asegurar la carga es vital (estiba), ya que es importante considerar cada carga según sus necesidades específicas.
- Aéreo. Es uno de los medios de transporte más avanzados en la actualidad, pero también uno de los que presenta desafíos para el transporte, ya que se basa en estudios de previsión y requiere cálculos muy precisos que dependen de ello.
- Marítimo. Es el medio de transporte más común, por lo que existen muchos modelos para que cada tipo de mercancía esté bien protegida/asegurada/almacenada dados los peligros en el mar. Aunque las condiciones en el mar pueden ser duras, existen suficientes conocimientos para garantizar que todo esté bien cuidado.
- Personas. La gestión de las personas desempeña un papel muy importante en el manejo de estas condiciones meteorológicas adversas. La formación adecuada del personal en materia de prevención y seguridad en el trabajo es esencial para cualquier operación logística; esto garantizará la seguridad de las operaciones y la correcta manipulación de la carga.
Las afectaciones a la cadena de suministro debidas a fenómenos meteorológicos extremos, la subida del nivel del mar y los cambios de temperatura pueden perjudicar a los activos de un proveedor, provocando retrasos en el servicio o paradas temporales. Esto puede provocar la pérdida de negocio, contratos y clientes.
Los lugares, equipos e infraestructuras de los que depende el sector del transporte requieren inversiones de adaptación no sólo para protegerse del cambio climático, sino también para mejorar las redes existentes. Dado que las infraestructuras de transporte se utilizan durante un período de 10 años o más, las inversiones estratégicas son fundamentales para que los sistemas de transporte sean seguros y resistentes al clima.
En respuesta a estos riesgos y oportunidades, las empresas están aplicando una serie de prácticas de adaptación para adelantarse a las perturbaciones actuales y previstas. En algunos casos, estas prácticas pretenden proteger el valor de los activos y sistemas existentes. En otros, las prácticas están más orientadas a la creación de valor a través de la innovación y la satisfacción de nuevas necesidades derivadas de los efectos del cambio climático.
Las empresas de transporte están bien posicionadas para adaptarse y crear estrategias y soluciones climáticas que se extenderán a lo largo de un conjunto diverso de cadenas de suministro.