Claves para sobrevivir a la temporada alta de las fiestas

Mientras algunos negocios se preparan para la temporada alta, otros notarán una baja en las ventas. En ambos casos, los negocios comparten una necesidad común: adaptar sus existencias a las fluctuaciones de la demanda. He aquí algunas claves para ello.

Para muchas empresas, las fiestas son los periodos de mayor demanda y volumen de negocio, mientras que para otras, el volumen de negocio se comporta de forma inversa: baja la actividad y bajan las ventas. Independientemente de la situación en la que se encuentre un negocio, todos tienen algo en común: deben adaptar su stock a la situación, aumentándolo para maximizar los beneficios en temporada alta o reduciéndolo para mitigar en lo posible la ralentización de las ventas y mantener la rentabilidad en temporada baja.

Cómo mantener la rentabilidad en temporada baja

Los negocios que no se dedican directa o indirectamente al turismo o a la hostelería ven cómo en julio y agosto reducen su actividad o incluso cierran durante un tiempo. De cualquier forma, se verán afectados, incluso si deciden renunciar a sus vacaciones. La táctica debe ser intentar acumular el menor excedente posible. A continuación algunos consejos para conseguirlo:

  • Encontrar oportunidades en otros negocios: ¿Por qué no compartir o vender parte de las existencias de productos a otros negocios a corto plazo? Si está claro que habrá pérdidas y se acabará acumulando, al menos, se puede intentar recuperar parte de la inversión vendiendo esos productos a otros negocios a precios ventajosos.
  • Mirar al pasado para predecir el futuro. Para ajustar el inventario a los meses de la temporada navideña, se debe analizar cómo fueron estos meses en años anteriores. Seguramente habrá pistas para estimar la demanda. Sin embargo, se debe tener en cuenta el comportamiento de la economía ese año, si el consumo ha bajado, si los precios se han mantenido o han aumentado, etc.
  • ¿Se necesita la misma cantidad de reserva de existencias para el resto del año? Probablemente no. Así que se puede ajustar el inventario antes de las fiestas para satisfacer las expectativas de los clientes y evitar el exceso de existencias. Sin embargo, siempre se deben tener en cuenta las ventas garantizadas por contrato y que, bajo ningún concepto, se deben descuidar.
  • “First-in, First-out”. El primer stock que entra en el almacén es el primero en salir. Así se evita el deterioro de los productos con una fecha de caducidad más cercana o los que tienden a desgastarse más. Se evitarán pérdidas y se reducirán los costos de almacenamiento
  • Valor añadido: Envío directo. Externalizar la gestión y el almacenamiento del inventario a un tercero, es una alternativa muy valiosa para los meses más flojos.

Cómo buscar máxima rentabilidad en temporada alta 

En una situación totalmente opuesta se encuentran aquellas empresas para las que julio y agosto son los meses más fuertes de facturación, para las que una mala previsión de stock puede suponer que sus beneficios se reduzcan drásticamente. Mirar hacia atrás también ayudará a estimar el número de productos necesarios para afrontar la temporada alta. A esto hay que añadir estas recomendaciones:

Previsión. Algunos proveedores pueden estar de vacaciones, así que no se debe dejar los pedidos para el último momento, contactando con antelación para saber si puede contar con los suministros o si se debe buscar alternativas.

Negociar con proveedores. Antes del inicio de la temporada alta es el mejor momento para establecer una negociación con proveedores y tener un mayor margen y poder de negociación. El mes anterior al inicio de la temporada es cuando se pueden conseguir los mejores precios y, por tanto, menores costes.

Inventarios de temporada/reserva. Se trata de estrategias de inventario diferentes. El inventario de previsión o temporada consiste en acumular durante la temporada baja los excedentes necesarios para la temporada alta, de esta forma es prácticamente seguro que el coste será menor; el inventario de reserva, sirve para no quedarse sin producto en situaciones de paradas de producción o aumentos inesperados de la demanda.

Plan de contingencia: ¿Qué ocurre si las ventas aumentan inesperadamente por encima de las previsiones o si no hay suficiente espacio en el almacén? Un plan de contingencia evitará sorpresas no deseadas.

Definir qué productos son prioritarios. En estos meses en los que la demanda de ciertos productos será muy alta, se debe tener claro qué artículos merece la pena añadir al inventario para asegurarse de tenerlos siempre en stock.